miércoles, 13 de junio de 2012

Sencilleces especiales


Me hace bien sentarme echada en la cama, con la notebook teniendo a mi bebé Pamcho mi hermosura siamés apoyado  a un costado de mis piernas enroscadito descansando. Y a su lado chiqui mi otro gatito (mi sobrino) al lado de Pam acobijándose en su gordo y pomposo cuerpo bañado de un color gris. Quedarme viéndolos juntos, abrazados literalmente, uno encimado del otro, limpiándose entre sí, me llenan, me dan amor. Esos actos de cariño, de apoyo, de compañerismo.

Me llena ver bondad en gente que no conozco. En la calle cuando las personas ni se conocen y se dan una mano. Ver generosidad y solidaridad. Eso se nota en el rostro, en cómo miran los ojos, en la mueca de la sonrisa. Cruzarme con gente (aparentemente) sin disfraces, que no buscan aparentar ni presumir. La gente amable genuinamente, sin fines pretenciosos y que no hacen actos amables para tener una imagen superficial de "buena persona" también, me llenan.

Me alegra ver bien a mi hermano con su novia.

Me gratifica tener dónde dormir, y siempre para comer.

Ver a mis viejos chochos con mi perra Leona.


Sentirme en tranquilidad pura escuchando el jazz de Norah Jones mientras escribo, o simplemente mientras la escucho y me ambienta alrededor de los tonitos de su voz.

¡El infaltable olor a leche hervida! y servirla en la taza formando una superficie de espumita, apreciar mi rico llamado "leche café".

Esas llamadas telefónicas con mi hermana (de corazón aunque también decimos de sangre) por las noches, las cuáles me hacen ir a dormir pero en tanta paz y agradecida de tener a tremenda persona de oro a mi lado y en mi vida.

Otra cosa que me enorgullece mucho, es no tener en mi vida personas que me hagan mal o dañina. Estar bien conmigo misma y valorar quién soy. Y puedo decir que admiro la fortaleza que tengo. Y la mentalidad clara. 

Me gusta tomarme unos segundos y salir al patio, mirar el cielo y decir "qué linda noche". O ver el sol en un cielo despejado. O como las nubes corren cuando el viento las empujan.

Me gusta cuando me enamoro de alguien. Y darle más de un sentido a una misma demostración, a un abrazo o a una mirada que diga algo nuevo, tener el control de poder elegir lo que digo a través de ellas.

Amo, pero aaaaaaaaaaaaaaaamo, despertarme y tener alrededor mío a mis bebés! (Chiqui y Pam), saber que me acompañaron mientras dormía y lo más hermoso es cuando me levanto y a la par mía mi bebé también lo hace. Un fiel compañero.

Bueno esta es una entrada bastante light, escribí un poco porque al hacerlo me siento muy acompañada, tranquila, y haciendo algo que me libera y alivia. No es muy expresiva ni tiene cosas tan fuera de lo normal pero son un par de las cosas que me hacen feliz en el día a día.
Y vos... ¿Ya pensaste las cosas sencillas que te hacen feliz?


2 comentarios:

Limalimón dijo...

Estás agradecida totalmente a la vida!!
Ojalá me sintiera así yo tambien siempre.-
Lamentablemente tengo MIS días no tan lindos y no los remonto con nada...pero nada eh.
Me lleno de positivismo que no se cuanto me va a durar, pero es una entrada muy linda.
Un beso!! :)

Corazón de pomelo dijo...

Coincido en muchas cosas! me diste una dosis extra de optimismo, tenes un premio en mi blog :) besos linda. www.corazondepomelo.blogspot.com