Dicen que así es... Que de los errores se aprende. Que de ellos te haces más fuerte.
Que sirve de experiencia para no cometer el mismo error si de el has aprendido algo...
Dicen muchas cosas, verdades mentiras, todo varía, según la propia experiencia vivida.
Después de todo, cada uno sabe reconocer si fue o no un error para sí mismo.
Como todo es relativo. Mi aprendizaje no es el del otro.
Mi vivencia no es nada más que tan sólo mía. Es tan propia.
Quiero conocer errores. Quiero tener errores. Quiero oírlos, verlos, tocarlos.
Ser dueña de todos ellos.
¿Serás vos mi próximo error o “no error”?
Suena negativo y chocante llamar a alguien “error” ¿no es así?
Pero yo lo veo desde otra perspectiva.
Diría que estoy dispuesta a arriesgarme y probar la dulzura que van a tener esos momentos.
No me interesa si durase mucho poco o un par de horas...
Quiero que recuerdos junto a vos, existan.
Quiero que esas situaciones que se encuentran detenidas en el futuro tengan su comienzo.
Quiero que tengan vida.
Que nazcan. Que brillen con esa luz propia que imagino que tendrán.
No llamaría error a ningún momento que pueda a tener junto a vos.
Ni error, ni “no error”.
Simplemente, especialmente, sería: Momento; sin nombre específico que pueda plasmar la totalidad de su valioso significado.