Te sumergiste a la raíz de mi locura, al punto de nacimiento de donde brotan mis reacciones inesperadas, mis encantos amantes de lo ilusorio, mis anhelos explotados y frustrados, mi mejoría corrompida, y el desorden del equilibrio de mi mente.
Soy tu excepción, lo que no hubieras aceptado, lo negado, lo antes no probado.
Anulaste esa convicción de merodear en lo acostumbrado.
Probando un gusto entre dulce y amargo, quedaste dudando, deseando, ansiando.
Desconocimiento casi total, relativo o parcial.
La atracción no juega en lo carnal pero la sensación yace en lo corporal e intelectual.
Ni siquiera nos miramos en la totalidad.
Amante de lo impaciente y lo disperso a la vez.
Se alimenta de mi oscuridad y aún así busca en qué logro resaltar.
Realista y absurdo. Desquiciado, jugado, controlado.
Envolviéndote en mi poca estabilidad inicial.
Vamos a vomitar la verdad, sé que me llamo tu “no buscado”.