martes, 9 de abril de 2013

Lidiando.

                    Ahí, cuando sentís el espacio vacío de algo, es cuando más sentís su presencia.
                      Cuando dejas de vivirlo, es cuando se hace más visible en los pensamientos.
                        Dónde el silencio te alcanza, porque pensás que mejor va a ser callar.

                    En ese momento donde se te abren los ojos, y se te cierran los del corazón.
         Sentís que la mente se fue a descansar pero no es sinónimo de tranquilidad ni de tempestad.

                     No sobran ni alcanzan las palabras. Todo parece estar en un término medio.
           Ni en tierra ni en cielo, sino entre ellos.
  

lunes, 1 de abril de 2013






















Hasta dónde.
Convencerse. Conformarse.
Creer. Esperar.
Hasta dónde, soñar o ser realista.
Dar, recibir.
Guardarse o brindar.
Confiar o callar.
Aceptar o ignorar.
Hasta dónde pensar que lo que sucede es lo que tiene que pasar.
Hasta dónde preguntarse por qué no pasa lo que podría pasar.
Hasta dónde la paciencia o la tolerancia.
¿Cuándo convencerse? cuando está todo en su punto medio ¿o en lo máximo?.
¿Liberar el todo de uno o guardarse siempre una parte que sea intocable para nadie?
Hasta dónde hablar y empezar a callar.
¿Hasta dónde? o ¿Hasta cuándo?.
Tal vez no exista El Momento, ni El Lugar para empezar a sentir los cambios.
Todo lo que se siente, no se rige estructuralmente sobre el tiempo o el espacio.
Porque nace, nace sin preguntarle a nadie. Ni a nosotros mismos que somos quiénes vamos a llevar ese sentir en las paredes del interior.
Así tan simple sucede las modificaciones, lo que ayer parecía rígido hoy ya puede ser lo más efímero.