Un adiós con sensación a un "por siempre".

Quién diría que algún día estuviese escribiendo sobre vos en mi blog. 
Intentando que mi memoria relatase todo lo que quiere decir.
Mi cabeza intenta sacar una a una cada palabra que quiere contar sobre los  recuerdos tuyos.
Esa personalidad fría, distante, dura... pero tan pura, tan liviana, tan frágil. 
Te mostrabas así, desinteresado... pero nosotros tus cercanos sabíamos lo sentimental y sensible que eras...
Pasaste enfermedades graves, días internado, luchando y luchando. Aprendiendo a ser positivo.
Haciéndote cada vez más fuerte en cada batalla donde tal vez, tu salud no estaba de tu lado.
Y siempre volviste a hacer lo que compartíamos, que era bailar. 
Seguiste hasta donde pudiste con los ensayos para competir.
Con tus clases...
A pesar de caer te volvías a levantar para continuar con tu vida, con tus deseos.

Te agradezco desde este lugar terrenal, cada sonrisa que compartiste conmigo, cada enseñanza, cada gesto de cariño, cada consejo, cada oportunidad, y haberme dado el lugar que me diste en tu vida, sé que una parte de mí siempre va a estar con vos, tal vez bailando ¿no?. Admiré tu fuerza para luchar, el optimismo para salir adelante. Adoraba verte sonreír, porque siempre quise sentirte feliz, siempre supe que merecías serlo, y hoy siento muy fuerte la seguridad que ya lo sos, feliz, libre, puro, y sin ninguna atadura... Qué locura, hace días no me salía una sola palabra de inspiración y hoy me estás quitando todas. No me alcanzan las palabras para lograr que escape todo lo que siento querer decir. Gracias por absolutamente todo, en mi memoria vas a vivir por siempre.

Y mientras a alguien le des vida en los recuerdos que poseen tu memoria, de allí ese ser nunca va a dejar de brillar...